martes, 22 de mayo de 2012

La inocencia es la mayor de las perversiones

 

La primera secuencia de "Martha Marcy May Marlene" de Sean Durkin recuerda en muchos aspectos al inicio de "La Cienaga" de Lucrecia Martel, aunque Durkin no juega a ese desamparo descarado en el que Lucrecia te empuja durante todo el film, sin recogerte en ningún momento. En "Martha Marcy May Marlene" un pequeño hilo narrativo te va envolviendo y trepando, hasta dejarte sin una pizca de aliento. 

Y tomándole la palabra a Desirée De Fez, en su crítica para Fotogramas, Elizabeth Olsen, "obscenamente carnal y vulnerable", nos coge de la mano desde el inicio hasta el último plano en una transición de personaje inteligente y peligrosa, que no te suelta hasta llevarte a los límites de la perturbación y enajenación.

En definitiva, Martha Marcy May Marlene no es un film fácil, aunque en él podemos encontrar una atmósfera acurada, y algunas interpretaciones que despuntan como la citada Elizabeth Olsen o John Hawkes

 Mi "pero" va para el desarrollo del tercer acto, especialmente para los últimos minutos del metraje...  

 


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