Este último fin de semana acabó siendo improvisadamente muy cinéfilo. El sábado pude ver en los cines Verdi Park el film "Casa de la tolerancia. L' apollonide" de Bertrand Bonello y el domingo en los cines Alexandra "Pollo con ciruelas" de Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud.
Los dos films franceses, los dos films con altas aspiraciones autorísticas, aunque lamentablemente, Bertrand Bonello se queda en un simple aliento dentro de esas aspiraciones que acaban siendo eso.. Un simple suspiro inconsistente.
Mientras que "Pollo con ciruelas" tiene todos los ingredientes para pasar a ser un film de coleccionista, la "Casa de tolerancia. L' apollonide" acaba siendo un suplicio quedarse sentado en la butaca. Una cortina de humo que se va intensificando acabando en una verborrea estilística que no hay quien la dijiera. Bueno miento, Joan Pons de fotogramas parece que tocó el cielo... Me queda el consuelo de que mi antiguo profesor y gran crítico Sergi Sánchez parece que opina como yo...
Tengo que decir eso sí, que algunos encuadres son narcóticos, una luz y estilismo exquisitos, y porqué no un casting que en paños menores gana en presencia...
"Pollo
con ciruelas", en este caso, si lo comparas con "Casa de tolerancia. L'
apollonide" es la hermana pequeña repelente que lo hace todo bien. Un
guión inteligente, con cierto delirio a lo 8 1/2 de Fellini, y relato a lo "Cien años de soledad" de Gabriel Garcia Márquez. Una atmósfera oscura, pero mágica, que toma la inocencia de Ameliè de Jean-Pierre Jeunet y la fantasía característica de los films de Tim Burton.
Un montaje que es una delicia, donde cada corte está milimétricamente
pensado, jugando con el tiempo crítico del espectador, ayudando a la
puesta en escena. Un reparto que es otra gozada, con Mathieu Amalric y Maria De Medeiros. Y finalmente una banda sonora muy coherente, que no estaría nada mal que Bertrand Bonello escuchara y reflexionara sobre el sentido de la música en las películas.
